viernes, 18 de marzo de 2022

 Hace unos días les contaba sobre las vueltas póstumas que dio el cerebro del genial padre de la teoría de la relatividad, de cómo fue cortado con un cuchillo de cocina y almacenado en pomos de mayonesa. Pues bien , Einstein no fue el único humano prominente cuyo descanso eterno fue perturbado, muchos otros compartieron siniestros destinos similares.


Charles Chaplin:


  En la Navidad de 1977, a los 88 años, falleció el incomparable Charles Chaplin, meses más tarde de que su cuerpo fuera entregado a la tierra, el 2 de marzo del año siguiente dos inescrupulosos delincuentes entraron al cementerio de Corseier-sur-Vevey y profanaron la tumba que no tenía aún el epitafio ni la lápida. 

Eran dos mecánicos de automóviles, un polaco y un búlgaro que pensaron que secuestrando los restos del artista podrían pedir un jugoso rescate, pero no contaron con que la viuda de Chaplin no pagaría ni un solo céntimo por el cuerpo. La policía finalmente los apresó, pero no fue hasta mayo que el cadáver regresó a su lugar de reposo eterno.


 William Shakespeare:

 " Ser o no ser esa es la cuestión". Poco sabría el gran Shakespeare cuando escribía a Hamlet

sosteniendo el cráneo de Yorick , mirando a los ojos de la muerte, que su propio cráneo sufriría sombríos destinos. 

Hay muchas teorías al respecto, y el robo se confirmó hace bien poco. Una de las más aceptadas cuenta que el fue un cazador de trofeos quien se llevó el cráneo del escritor, por allá por el 1794.  Los investigadores que examinaron la tumba, sin tener que abrirla, hallaron extrañas alteraciones en la parte de su cabeza, concluyeron que es muy seguro que el cráneo de Shakespeare no esté junto a resto de su cuerpo. 


 Fréderic Chopin: 

 Murió el 17 de octubre de 1849, lejos de su Polonia natal, pero en sus últimos deseos figuraba que una parte de su cuerpo regresara a su tierra. Así que poco después de su muerte su hermana Ludwika ordenó que se abriera su tumba y le fuera retirado el corazón para que pudiese regresarlo a Polonia en un frasco de coñac.
 En 1879, el corazón de Chopin fue colocado en un pilar de la iglesia de la Santa Cruz en Varsovia, por tratarse de un símbolo nacional. Los alemanes lo custodiaron  durante la Segunda Guerra Mundial y  una vez que concluyó la ocupación regresó a su sitio, donde los polacos lo pueden honrar.

 René Descartes:

 

A causa de una neumonía Descartes falleció el 11 de febrero de 1650, en Estocolmo, Suecia y allí fue enterrado. En 1666, Francia recuperó los restos, pero no su cráneo, que fue robado por uno de os guardias suecos, que no estaba de acuerdo en que se privara a Suecia de los restos de un persona tan célebre.  Nadie reparó en el cráneo hasta que en 1818 se inhumó el cuerpo en la iglesia de Saint- Germain-des-Prés. En 1821 un químico sueco halló la cabeza del matemático y la entregó a la Academia de las Ciencias.

 Wolfang Amadeus Mozart:

  A los 35 años, moría el prodigio. Fue enterrado en una fosa común en Viena, un sacristán anudó un alambre a su cuello para poder reconocerlo y en 1801 cuando se vació la fosa el mismo sacristán buscó los restos y se quedó con su cráneo. Lo heredo a su sucesor, quien a su vez lo entregó a un amigo y amante de la música, que tampoco lo conservó y lo obsequió a su hermano Joseph Hyrtl, profesor de anatomía y propietario de una colección de cráneos enorme. Hoy el cráneo de Mozart descansa en el Mozarteum de Salzburgo.




 





1 comentarios:

Interesante relación de famosos cuyos cuerpos fueron profanados de alguna manera y el tema no parece estar agotado. Gracias.

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