¨Una Dama cubana lega al morirse varios millones para sus monos¨, con este encabezado la noticia de la muerte de Rosalía Abreu Arencibia alcanzaba los titulares de los periódicos habaneros el 3 de noviembre de 1930.
 Rosalía fue una dama de sociedad perteneciente a la más alta casta de la burguesía habanera, su corazón benévolo apoyó monetariamente muchas causas justas, como escuelas, hospitales y asilos para las familias menos favorecidas, además de contribuir con obscenas sumas de dinero a la causa independentista cubana, fue una intrépida y progresista mujer, una de las primeras en elevarse por los cielos cubanos montando en avión, pero lo que la hizo trascender en la historia y el conocimiento popular fueron sin duda alguna sus estudios sobre los primates, que le valieron el reconocimiento internacional y su afamada ¨Finca de los Monos¨.

La misteriosa edificación que hoy yace en el olvido y pasa desapercibida para los agitados transeúntes fue de gran importancia en su años dorados ya que allí, según prominentes científicos de la época, como el profesor Robert York, catedrático de la renombrada universidad de Yale: ¨ocurría el experimento antropológico más grande jamás realizado¨. Años más tarde, basado en las experiencias de la cubana, York fundó el Laboratorio de Primates de la Universidad de Yale, así como la estación de Cría y Experimentación de Antropoides en Orange Park, Florida.  


 ¨Finca de los monos¨ fue el apodo sensacionalista otorgado por la prensa a la enorme mansión, pero su nombre original era quinta ¨ Las Delicias¨, y fue una propiedad de siete caballerías de tierra perteneciente a la familia Abreu por generaciones, Rosalía amante empedernida de la naturaleza reunió en sus terrenos una asombrosa colección de animales conformada por aves, mamíferos y reptiles traídos de Asia y África, entre los que se contaban cacatúas, guacamayos, papagayos, canarios, pavos reales, gallos japoneses, ciervos, osos, conejos, caballos, perros, gatos y un pequeño elefante que en conjunto constituyeron el primer zoológico de toda Cuba.
 
A pesar de sus bondadosos actos filantrópicos y su amor por la naturaleza y la ciencia, la sociedad habanera del siglo XX rodeó de comentarios y burlas la figura de la progresista de la dama, se decía que sus mansión emanaba misterios ya que los simios que allí habitaban eran tratados como personas, incluso llegaron a publicarse en la prensa pequeñas caricaturas de Rosalía bailando con sus simios en tono sarcástico.
 
Por supuesto que tampoco faltaron las personalidades, como la famosa bailarina Isadora Duncan, que
dejaron impresiones benévolas sobre Rosalía y su importante labor, describiéndola como una mujer hermosa, culta e inteligente rodeada de queridos e inofensivos animalitos.

Abreu fue una pionera de la fisiología experimental no médica y por sus investigaciones y cuidados logró el primer nacimiento de un chimpancé en cautiverio del mundo en 1915 y la reproducción de orangutanes en cautiverio por tercera ocasión en el globo.
 En el lapso de tres décadas aquellos animalitos se convirtieron, gracias al empeño y la dedicación de Rosalía en objeto de profundos estudios científicos y en una parte inseparable de su vida, llegando a transformarse en su propia familia, tanto que al fallecer legó toda su riqueza a ellos, de quienes cuidó la mayor parte de su vida y que a su vez le otorgaron más amor y comprensión que muchos humanos.