Sin importar cuantos años pasen, el pueblo cubano lleva en su alma la superstición tan arraigada como la alegría que nos caracteriza, tanto los nacidos en el siglo pasado, como los más jóvenes milenials llevan integrado en lo profundo de su código genético, a modo de instinto de preservación, aquellos sencillos ademanes  cotidianos que pueden resguardaros de desgracias mayores.

 Estas supersticiones que forman parte de nuestra cultura e idiosincrasia han sido originadas y transmitidas a los largo de los siglos, perpetuadas por la lucha diaria del cubano, que persistente se impone férreo contra todas las adversidades que puedan alejarlo de su meta o propósito y toma refugio en el sentimiento (ficticio  o no) de que al realizar ciertos rituales o evitar determinados procederes la suerte le aguarda sonriente a la vuelta de cualquier esquina.

   Supersticiones Cubanísimas :

El primer trago al suelo

 


Son pocos los cubanos, en la isla o fuera de ella, que al abrir una botella, no dejan caer unas gotas al suelo antes de servir el primer trago, esta es quizás una de las supersticiones más fuertes de nuestra tierra, practicada hasta por los más ateos. Se dice que es una especie de saludo o reverencia a los muertos, pidiendo su bendición.

 

 "Toca Madera"

 Tal vez si en alguna ocasión mantienes una conversación larga con un cubano y envuelto en los giros de la misma salta a los labios algún tema escabroso, que involucre muerte  enfermedad, le verás buscar rápidamente buscar un trozo de madera y darle unos pequeños toques, como quien llama a una puerta. es de creencia popular que cuando se habla de males o desastres "tocar madera" te protege de padecer el mismo mal, una tradición tan antigua que se cree proviene de los indios americanos, quienes pensaban que los golpes en la madera de los árboles servían para despertar y liberar a los espíritus encerrados dentro de estos.

 ! Para ese sillón!

  De las cosas que más cuidado se tiene en los hogares cubanos, es de nunca mecer un sillón sin nadie sentado,  dicen los mayores que invoca a los espíritus y es de muy mal augurio, es tan temida esta superstición que muchos recibimos regaños repetidos de nuestras madres por dejar el sillón meciéndose solo mientras volaban a detenerlo.


 "No lo digas para que se te dé"

 Cuando un cubano tiene un proyecto, negocio, nuevo amor, posible viaje o entrada de dinero, se mide bajo el precepto de que si lo cuenta a alguien podrían torcerse las cosas y fracasar en su deseado propósito. Está máxima se especula tiene su origen en el mismísimo apóstol cubano, José Martí, cuando expresaba:

 " En silencio ha tenido que ser, porque hay cosas que para lograrlas han de andar ocultas"

 Claro que Martí se refería a los esfuerzos realizados para lograr la independencia de nuestra patria, pero para el pueblo cubano perduró en el tiempo aplicándose a cada propósito importante en sus vidas. 


! No te señales !

 Si por alguna razón estás narrando sobre alguien que tuvo una enfermedad o herida en algún lugar de su cuerpo no cometas el grave error de señalar en ti la zona en la que la otra persona tenía dicho mal , pues correrás la misma suerte.¿ Que pasa si ya lo has hecho?  Rápidamente, sopla el lugar en cuestión y el mal se desvanecerá como tu aliento, o al menos eso dicen los "viejos".