A lo largo de los años las luchas fervientes por la aceptación de las diversas vertientes de orientaciones

sexuales y sus diferentes nombres, han roto con la barrera de desinformación que  existía y demostrado a los mismos integrantes de estos grupos que no están solos, ayudándolos a sentirse parte de una comunidad que les apoya y sostiene. Así entonces se han clasificado en diferentes categorías, tenemos a los heterosexuales, los homosexuales, los bisexuales o los transexuales. Sin embargo una realidad tan compleja, como lo es la sexualidad humana se puede difícilmente encasillar en términos y definiciones tan simples y rígidos, por lo que han terminado por aprisionar a algunas personas, que son portadores de una auto definición un poco más compleja que el mero gusto por un sexo, otro o ambos. Ejemplo de  esto es la poco conocida "demisexualidad". 


Quienes se definen como demisexuales no experimentan atracción sexual por un físico, sino que su deseo se desata únicamente por personas con las que tienen una conexión emocional intensa. Por lo que buscan forjar primeramente este vínculo antes que cualquier otro, aunque no signifique que una vez llegado el punto la atracción sexual ocurrirá. Compartir sentimientos o afinidades que construyan una relación más profunda que la sola atracción física es un requerimiento previo para poder llegar a la satisfacción sexual y dicho deseo no se limita a un sexo específico. Teoréticamente sería como enamorarse de las cualidades intrínsecas del ser humano, por lo que el físico y el género pasan a ser secundarios. 

La demisexualidad no debe confundirse con la preferencia de algunos de aplazar las relaciones sexuales, hasta alcanzar una fase más sólida con la pareja, eso es una decisión voluntaria. Los demisexuales no escogen aplazar el deseo, simplemente no lo sienten.  Se podría decir que este término comparte varios puntos comunes con la asexualidad. 

 Estas personas simplemente no sienten deseo sexual hasta que una conexión se despierta con alguien más, por lo que la adolescencia es muchas veces más convulsa para ellos, pues son testigos del despertar sexual de todos a su alrededor y se juzgan, pensando incluso que hay algo en ellos mismos que no funciona. La falta total de deseo puede ser desconcertante y si no existe afinidad emocional con alguna persona puede llegar a transformarse en una especie de " asexualidad temporal". 

El término "demisexual" fue acuñado por la  Asexual Visibility and Education Network( AVEN), una organización dedicada a informar sobre el espectro asexual y sus definiciones. La mente del ser humano nunca deja de sorprender, descubriendo cada vez más matices que asombran y cautivan. Casi se puede comparar la demisexualidad con el "amor" novelesco, en el que el deseo solo arde por aquel o aquella que sepa despertar los sentimientos dormidos en el fondo del alma y la carne o la belleza son  elementos circunstanciales que no provocan acciones lujuriosas, sin un trasfondo sentimental que mueva al cuerpo.