lunes, 28 de junio de 2021

 El célebre Dante Alighieri es el creador de la imagen del infierno que conocemos y en su honor se acuñó el término dantesco para describir algo sumamente aterrador, en su viaje por el infierno Dante describe las penas destinadas a los pecadores de acuerdo a sus faltas en vida y mientras desciende hacia el centro de la tierra en su infierno cónico de nueve capas, va hallando personalidades conocidas que sufren fatídicos destinos por sus obras.

 Pero, ¿Por qué Dante se aventura en tan fatídico viaje a través de las sombras y los horrores del eterno tormento infernal?, sencillo, por el amor idílico a una mujer. La imposibilidad de alcanzarla en vida hizo de su amor platónico una adoración y al Beatriz Portinari morir, Dante sumido en su obsesión se aventuró por el infierno de sus letras, inspirado por su amada, para hacer lo que en vida le fue imposible, alcanzarla al final del viaje. 



La barca de Dante, Eugene Delacroix
 Ni siquiera la horrible inscripción tallada en las puertas del infierno hizo menguar su espíritu:" los que entrasteis, abandonad toda la esperanza" no parecía un precio demasiado alto que pagar por la diosa adorada y recibido por el poeta Virgilio, quien convence a Caronte, el renuente barquero, para que les lleve a través del río aunque el alma de Dante pertenezca aún al reino mortal.

A su paso por los nueve círculos que componen en el infierno el poeta  describe los castigos y vejaciones deparadas por el oscuro reino para cada clase de pecados imperdonables.

 El primero de los círculos es el "Limbo" y en el se encuentran los no bautizados y los paganos virtuosos, quienes a pesar de no cometer pecado alguno nunca conocieron a "Cristo", el "Limbo" está compuesto de verdes pastos y un gigantesco castillo, no es un lugar bueno ni malo y las almas condenadas en este nivel no son atormentados, simplemente, de acuerdo a Dante, "pasan su eternidad deseando a Dios pero sin poder tenerlo nunca", aquí el poeta peregrino encuentra a los ilustres Homero, Horacio y Ovidio, al gran César general de Roma, a la reina amazona Pentesilea y los filósofos Sócrates, Platón y Aristóteles.

 El segundo está reservado para aquellos que sucumbieron a los brazos ardientes de la lujuria y están condenados a ser embestidos por un fuerte viento que los estrella contra el suelo y las paredes, agitándolos sin descanso de la misma manera que los vientos de la pasión los impelieron en vida. 

El tercer círculo del infierno, Stradanus

 En el tercer nivel del infierno yacen castigados bajo una fuertes lluvias y granizo los culpables de ceder ante la gula, atormentados por los ensordecedores ladridos de Cerbero, desgarrados por sus feroces garras y afilados dientes.

 Los avaros y los pródigos se encuentran en el cuarto círculo, ambos empujando pesadas cargas alrededor del círculo pero en direcciones opuestas, de forma tal que cuando se encuentran se reclaman mutuamente los unos a los otros, por acaparar y derrochar, profesándose improperios y volviendo su espalda para emprender de nuevo el recorrido al círculo en sentido contrario hasta que vuelven a chocar.

 


Encenagados en la espantosa laguna Estigia se hallan los iracundos y perezosos, los primeros

El quinto círculo del infierno Stradano
golpeándose rabiosos y arrancándose la carne a mordiscos, mientras se ahogan en las infecciosas aguas y los segundos bajo el agua, cubiertos por el lodo sumidos en la pereza eterna.

 En el sexto círculo residen los herejes condenados a yacer en flamígeros sepulcros abiertos, mientras que en el séptimo se hallan los violentos condenados a diferentes males dependiendo del carácter de su acto torcido, si fue violencia contra el prójimo son hundidos en un río de sangre hirviente, si la violencia fue un acto hacia su misma persona que llevó al suicidio son convertidos en árboles que son desgarrados y picoteados por harpías que los habitan y por último si la violencia fue contra  Dios o la naturaleza vagan por un desierto ardiente, bajo una lluvia de llamas. ´

 El octavo círculo está dividido en diez recintos, cada uno destinado a los diferentes tipos de seres fraudulentos cada uno con sus castigos especialmente concebidos para compensar por las obras indecorosas de rufianes, aduladores, brujos y adivinadores, descritas en un abanico impresionante de correctivos que los condenan a eternidades siendo golpeados por agobiantes demonios, sumidos en excrementos humanos, colocados cabeza abajo con implacables llamas quemando sus pies, bañados en ríos de brea o a peregrinar con su cabeza hacia atrás incapaces de mirar nunca más hacia adelante.

 El noveno círculo en diferencia al infierno ardiente acostumbrado es la tumba gélida de los traidores, quienes en orden de seriedad , según a quien hayan lastimado con la filosa hoja de la traición son encajados a profundidades cada vez mayores en un lago de hielo conocido como Cocito.


 Los traidores a sus familiares están enterrados hasta las mejillas en Caina, nombre de la primera

Ugolino devorando a Ruggieri, Gustave Doré
"ronda" de este círculo, llamada así en alusión a Caín, el conocido asesino de su pródigo hermano. La segunda ronda es Antenora, en honor a Antenor, un troyano que traicionó a su ciudad favoreciendo a los griegos, aquí Dante escucha la horrorosa descripción del Conde Ugolino, quien deja de morder la cabeza del Arzopispo Ruggieri para describirle como fue encerrado por el éste en una torre junto a sus hijos condenándolos a morir de hambre.

Ptolomea, la tercera ronda está especialmente dedicada a aquellos que traicionan a sus huéspedes y los condena a yacer supinos mientras el hielo devora todo su cuerpo, menos su rostro. La última ronda se llama Judea en honor al traidor más notorio de todos los tiempos, Judas Iscariote, aquí todos los huéspedes están completamente hundidos en el hielo.

 


Y allí en el centro del infierno, en su nivel más profundo está Satanás, descrito por Dante como una espantosa bestia de tres caras, cada una de un color diferente, una roja, una negra y otra amarilla, congelado hasta la cintura, llora y babea Satán mientras aletea tratando desesperadamente de liberarse, produciendo un gélido viento que hiela cada rincón del Cocito. Atrapados entre sus fauces están los traidores de Julio César, Brutus y Casio; en la boca central está Judas, para quien se ha reservado la peor de las torturas, siendo su cabeza roída por Satanás. Dante y Virgilio salen del infierno escalando sobre la espalda de Satanás y pasando por el centro de la Tierra, emergiendo con un cambio de sentido y gravedad en el purgatorio.

El purgatorio de Dante está dividido en siete gradas donde se expían cada uno de los siete pecados capitales es seguido por el Paraíso, donde finalmente lo espera Beatriz con los brazos abiertos y donde el poeta conoce la gloria y atestigua la victoria de los Santos y el Altísimo antes de ser regresar a la Tierra, donde iluminado por la revelación plasma el testimonio de su increíble viaje para que sirva de consejo a la humanidad en su plano terrenal.

Sandro Botticelli, Mapa del infierno 

Dante tal vez no persiguió a su amor en vida, sin embargo nos legó la descripción que nos hizo vislumbrar el infierno poniéndole rostro a la condenación humana, vigente aún siglos después de su muerte, siempre será recordado como el hombre que por amor atravesó las profundidades del infierno, mirando cara a cara al mismo diablo para llegar a su amor, infierno a medias ficticio pues en mi humilde opinión refleja su propia agonía en una vida incapaz de alcanzar a la mujer que amó y quien inspiró la inigualable "Divina Comedia". 

 


1 comentarios:

La Divina Comedia es una de esas obras que se puede leer o repasar tantas veces como uno desee y siempre encontrará algo nuevo.
Y siempre el entrenamiento de ver si uno coincide con Dante en el destino que le dió a tantos famosos y cuáles hubieran sido si hubiera escrito su obra en esta época.

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