martes, 9 de noviembre de 2021

 


Ahondando en el terreno pantanoso y confuso, donde conviven muchas teorías científicas, acompañadas de sus controversiales vecinas, las pseudociencias; es bien sencillo perderse y confundir unas con otras. Lo cierto es que el límite que separa ciencia y pseudociencia es mucho más difuso de lo que se cree y habitualmente resulta en una confusión entre ambas, también por el acostumbrado uso del término como adjetivo contra cualquier afirmación que disguste o se aleje un poco de la vertiente científica original. 

 Para dibujar esta necesaria línea entre ambas es esencial recordar el concepto de ciencia como " el conjunto de métodos destinados a probar hipótesis y construir teorías que produzcan descubrimientos para ayudar a la humanidad a comprender enteramente el funcionamiento de cada aspecto de nuestro mundo". En cambio la pseudociencia confunde sobre la naturaleza de la teoría de la evolución, la creación del universo y el avance de la ciencia misma. Por lo que saber discernir entre ambas es vital para no alojar en nuestra mente teorías descabelladas que contradicen nuestro años de evolución y avance científico.

 Otra gran diferencia es que muy a menudo estas pseudociencias se centran en expandir teorías, estrechamente ligadas a algún tipo de ideología, teorías que se traducen en ideas, que al oído desnudo suenan increíblemente bizarras como " La Tierra Plana" o alguna de las siguientes: 

  •  La Tierra Hueca: 
Una más de las insólitas teorías, que se arrastra por nuestro planeta. Esta creencia pseudocientífica
establece que la Tierra es hueca en su centro y llena de personas cuyos cráneos también lo son. Como en una producción cinematográfica de ciencia ficción, la teoría narra que una esfera pequeña existe dentro de la más grande, incluso a veces se describe que este objeto funciona como sol para los habitantes de la Tierra interna, y que está más en línea con la teoría de la gravedad. Aunque la idea fue propuesta muchas veces en la historia, incluso en la mitología y la religión como sinónimo del inframundo griego, fue el científico británico Edmond Halley, quien propuso esta hipótesis como explicación para las lecturas anómalas de la brújula que ahora se sabe fueron causadas por cambios en el campo magnético de la Tierra. 

  •  La segunda Luna:

De acuerdo al astrónomo Frederic Petit, nuestro planeta posee una segunda Luna. Hecho que se volvió obvio para él desde un observatorio en Toulouse, donde en 1846, llegó a la conclusión de que la presencia de un segunda Luna explicaba perfectamente todas las irregularidades astronómicas que tanto preocupaban a otros astrónomos. 

 Frederic fue más allá, afirmando que esta segunda Luna tenía un tiempo orbital de solo 2 horas, 44 minutos y 59 segundos, y que su punto más alejado estaba a unos 3570 kilómetros de distancia de la Tierra. Cuando sus descubrimientos se hicieron públicos, nadie los tomó en serio, sin embargo continuó lanzando reportes sobre su Luna, los efectos que tenía sobre la Luna real y la Tierra durante 15 años, pasando casi desapercibido. Sin embargo Julio Verne, en su libro "De la Tierra a la Luna" realiza una breve referencia a los estudios de Frederic. Breve pero suficiente para levantar los ánimos de los amantes de las pseudociencias, quienes comenzaron a defender la teoría, incluso en 1989 un hombre llamado Georg Waltemath afirmó haber descubierto que le planeta estaba orbitado no solo por un par de lunas, sino por todas una red de minilunas.😶


  • La teoría del hielo cósmico: 
En los años 20, salió a la luz de la autoría del ingeniero e inventor austríaco Hanns Horbiger, una teoría
según la cual  el hielo era a base de cualquier tipo de materia en el Universo. La teoría del hielo cósmico plantea que nuestro sistema solar se originó a partir de la colisión de una estrella muerta, inundada de agua, con nuestro Sol. La gigantesca explosión resultante arrojó agua en todas direcciones. Agua que se congeló en bloques , que luego se convirtieron en las entidades cósmicas que podemos ver hoy: La Luna, los planetas, las estrellas, incluso la Vía Láctea. Después de esta espiral de hielo  se expulsaron más restos, que fueron absorbidos por los planetas exteriores, por lo que poseen un gran tamaño.  Dichos fundamentos nacieron en la mente de Horbiger cuando miraba una noche a la Luna y le pareció tan brillante su superficie que debía estar compuesta de hielo. Lógicamente la evidencia que respalde dichas afirmaciones es inexistente y la pseudociencia del hielo cósmico solo suena como una buena introducción para un una novela de aliens: ..." En el principio, solo había hielo..".


 Tan resbaladizo como el hielo es el territorio de las pseudociencias, que con sus teorías alocadas y un poco surreales nos enseñan a poner más atención en donde depositamos nuestra creencia, que damos por sentado y apoyamos como cierto, para no defender teorías que involucionan nuestra especie, anulando años de estudios científicos e invalidando el trabajo de excepcionales hombres y mujeres que dedicaron su vida a esclarecer nuestro conocimiento e iluminar  nuestras mentes. 





2 comentarios

Este es un tema muy interesante y con un campo muy amplio , incluso algunas teorías y practicas fueron en algún momento consideradas ciencia y descartadas después.
Varias ya han sido tratadas por la autora como la lobotomía y mas reciente la eugenesia.
Y se esperan otros más pues es un tema controvertido y variado . Por ahí andan la Frenologia , parte de la Antropología, y más reciente hasta el Psicoanálisis y la Acupuntura y Digitopuntura están en veremos.

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No esta mal establecer teorías, la cuestión es demostrarlas usando el método científico.

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