Los aztecas fueron una de las grandes civilizaciones mexicanas indispensables para la historia de la humanidad, un pueblo curtido en la guerra , conocidos por su mítica sabiduría y sus habilidades para predecir el destino a través de mensajes y visiones. 


 Una de las leyendas más populares alrededor de este pueblo indígena narra que en torno al año 1500, cuando el emperador Moctezuma se alzaba como regente del Imperio Azteca y la gran ciudad de Tenochtitlán, dominando las regiones del noroccidente mesoamericano, fue advertido por ocho presagios, del final trágico que sobrevenía a su pueblo y que se materializó con la llegada de Cortés en 1519.

 El primero fue la aparición de una mazorca ardiente en los cielos , según los relatos los aztecas observaron horrorizados un triángulo alargado y de color rojizo de brillaba en el cielo, irradiándolo como la luz de la mismísima Luna. Las investigaciones y evidencias actuales sugieren que dichos indígenas se encontraron ante un cometa.

 El segundo presagio de la ruina fue un incendio de enormes proporciones en el  Templo de Huitzilopochtli, la deidad más importante del panteón azteca. De acuerdo a las historias el incendio persistió por días, los aztecas desesperados intentaron apagarlo, pero fueron incapaces de subyugar las indomables llamas que se negaban a perecer, avivándose incluso con el agua que le arrojaban en un intento por ahogarlas. 

 El tercer augurio fue un rayo, que según los indígenas, cayó en un día de pacífica llovizna golpeando al Templo de  Xiutecutli, dios del fuego, y dejando a su paso un montón de cenizas.

 El siguiente vaticinio fue narrado por los aztecas de esta forma: " tres estrellas corriendo encendidas juntas y con colas largas partieron desde occidente encaminando al oriente", aparentemente se trataba del impacto de un meteorito, que se estrellara lejos de la ciudad causando un estruendo ensordecedor. 

 El quinto presagio se  describe como una especie de tsunami en el lago Texcoco que causó un gran levantamiento de las aguas, que inundaron la ciudad, destruyendo los hogares y sembrando la desesperación y el miedo entre sus pobladores.

 La aparición del espíritu de una mujer llorando, clamando por sus hijos desaparecidos, gritando desesperada, helando la sangre de los aztecas constituyó el sexto avance de la desgracia que se les aproximaba y muchas veces este particular suceso es relacionado con el surgimiento de la leyenda de la llorona.

 El séptimo pronóstico de la desgracia fue la captura en el lago de un ave nunca antes vista, enorme, semejante a una grulla y se dice que con un cristal entre los ojos, donde Moctezuma vio "la llegada de los hombres montados en un especie de venados sin cornamenta y en actitud de combate"

 Y como último síntoma de la enfermedad que infestaba el imperio azteca y que culminaría con su muerte en la sangrienta conquista de Tenochtitlán, empezaron a ocurrir grotescos avistamientos de seres deformes, cuerpos humanos con dos cabezas que aparecían y se esfumaban al poco tiempo de ser vistos.

La conquista de Tenochtitlan, de autor desconocido.
 La conquista y destrucción de Tenochtitlán fue un asedio prolongado que se extendió por 80 días y durante el cual murieron 240 000 aztecas. Los españoles fueron tomando la ciudad poco a poco, cortando el agua y obligando a los aztecas a replegarse hasta que finalmente el 13 de agosto de 1521 cayó Tenochtitlán, concluyendo la sangrienta conquista con la destrucción del templo mayor hasta sus cimientos, en una desgarradora devastación comparada por el Fray Toribio de Benavente, con las plagas de Egipto. Haciendo realidad las fatídicas visiones del gran Moctezuma y los ocho presagios funestos que anunciaron la caída del imperio azteca.