Muchas veces, en la oscuridad vemos una sombra, una silueta que se esconde tras una puerta y el corazón se nos acelera, desbocándose hacia el miedo de que sea alguien que nos observa, luego al encender la luz la sombra se vuelve un abrigo, un perchero, o algo dejado fuera de sitio que dormitaba tranquilamente, lo que ocurre es que nuestro cerebro interpretó la silueta y sin pararse a pensarlo mucho la etiquetó como una forma humana. 



 


Este proceso ha sido calificado por la ciencia como pareidolia, en un término psiquiátrico que se ha ido popularizando con los años y perdiendo su sentido patológico. La pareidolia es el efecto de nuestra mente que puede hacernos interpretar imágenes aleatorias o sombras efímeras como rostros o formas humanas. 

Varios estudios han demostrado este efecto psicológico, los científicos sugieren que la interpretación de las caras evocadas por objetos parecidos es un proceso temprano de la mente ligado a una reinterpretación cognitiva tardía. explicando así porque unas pocas líneas circulares son suficientes para que se identifique tan impulsivamente un objeto. 

 En resumen los procesos cognitivos son activados por un objeto que comparte familiaridades geométricas con un rostro, incluso antes de que la mente consciente comience a procesar, o siquiera a

recibir la información de la imagen que tiene delante

El fenómeno es el resultado de años de selección natural, como mismo lo es la capacidad de percibir emociones en los rostros, haciéndonos capaces de detectar rápidamente el estado emocional, para por ejemplo si se identifica una señal de amenaza ser capaces de huir, en expresión de nuestro más puro instinto de supervivencia y autoconservación. Ambas informaciones son procesadas de manera inconsciente, antes de llegar al cerebro para un análisis detallado, aceleran el juicio y la toma de decisiones en caso de necesitar una reacción rápida.  

La pareidolia, es muchas veces considerada una subcategoría de la Apoefenia, que es la experiencia que consiste en ver patrones y conexiones entre objetos o sucesos aleatorios  y guarda estrecha relación con la Hierofanía, que es el conocido acto de manifestación de lo sagrado, la forma de la que se identifica cualquier objeto o situación como una manifestación divina. 

 Aunque pueda parecer un fenómeno extraño la pareidolia es una señal de que nuestro cerebro funciona correctamente (fiuf) y está detectando los patrones en nuestro entorno para poder procesar rápidamente una respuesta capaz en caso de detectar alguna hostilidad y peligro.