Incontables son las adolescentes y jóvenes que hace unas décadas, y quizás ahora también, se aventuraban a conseguir un futuro en Hollywood, hambrientas de fama y fortuna, seguras de su talento corrían tras sus sueños en una ciudad que muchas veces les era ajena y no muy gentil.

 


Una de estas chicas que perseguían su carrera en la cambiante industria cinematográfica hollywoodense fue Elizabeth Short, una joven estadounidense nacida en Boston quien, en vida no alcanzó el renombre deseado, sin embargo su fatídica muerte la hizo protagonista de uno de los crímenes más horrendos de  Estados Unidos, bautizándola póstumamente como la "Dalia Negra".

 Elizabeth nació el 29 de julio de 1924 y fue criada junto a sus cuatro hermanas por su madre, su padre escapó de la familia fingiendo su suicidio en 1930, cuando Elizabeth era solo una niña, el irresponsable progenitor deseaba huir a California deshaciéndose de las deudas familiares y para lograrlo dejó su carro en un puente para que todos asumieran que se había lanzado al río. Años más tarde arrepentido buscó acercarse nuevamente a sus hijas, todas lo rechazaron, todas menos Elizabeth, quien, con la vista en su sueño se mudó con él a California.

 La nueva relación paternal no fue para nada fructífera, el padre pretendía convertir a la hija en una sirvienta, exigiéndole que se quedara en casa encargándose de las cosas del hogar, a lo que Elizabeth se rehusó, desencadenando una fuerte discusión que la llevó a irse a perseguir su destino.

 Desde entonces deambuló por varias ciudades, incluso fue arrestada por consumir alcohol siendo

Elizabeth Short
menor, pero siempre se mantuvo trabajando en empleos eventuales que le permitían en ocasiones  viajar a Boston a ver a su madre, no permanecía en un mismo apartamento por más de unas semanas y gastaba buena parte de sus ingresos en maquillaje y ropa con la esperanza de llamar la atención de algún cazatalentos que la impulsara para comenzar su ansiada carrera cinematográfica. Pronto alcanzaría la fama la hermosa Elizabeth, más no de la manera que ella pensaba, sería conocida por ser la protagonista en un grotesco crimen que impactó al mundo entero.

 El 15 de enero de 1947, una señora llamada Betty Bersinger y su pequeña de 3 años paseaban por Leimert Park cuando  Betty percibió un bulto sospechoso a orillas del camino, al principio pensó que era un maniquí  desechado, sin embargo mientras se fue acercando su percepción cambió y  el horror llenó sus ojos al darse cuenta de que se trataba del cuerpo diseccionado de una mujer.

 Desnuda, con las piernas abiertas, los brazos cuidadosamente colocados en ángulo recto por encima de la cabeza, un preciso corte dividiendo en dos su cuerpo, visibles rastros de tortura en sus senos y  desde la comisura de sus labios hasta las orejas se dibujaba una macabra sonrisa que convertía la horrorosa visión de la naciente Dalia Negra en un episodio salido de una novela de terror.

Cadáver mutilado de Elizabeth Short

 La autopsia develó detalles mas escabrosos, la joven había sido drenada de sangre, su bazo, corazón e intestinos fueron extraídos, un trozo de carne faltante en su muslo se halló en el interior de su vagina. Los investigadores teorizan que la "Dalia Negra" estuvo inmovilizada por al menos, tres días debido a las marcas de ligaduras halladas en sus muñecas, la joven sufrió repetidas violaciones y  horribles torturas, sus piernas fueron fracturadas, en su piel exhibía los rastros de repetidos golpes, quemaduras de cigarrillo, cortes pequeños y profundas escoriaciones en su pecho derecho. Múltiples contusiones se observaron en su cráneo y la causa de muerte se determinó como shock a causa de una conmoción cerebral en conjunto con una gran pérdida de sangre.

 Aún se desconoce la identidad del autor de este crimen enfermizo, y aunque existen varias hipótesis sobre la identidad del sádico responsable no se ha podido aún esclarecer la verdad, y tristemente al transcurrir tantos años es muy improbable que así sea.

La inmiscusión inescrupulosa de la prensa sensacionalista de la época tuvo mucho de culpabilidad en el fallo de hallar al asesino, insensible a tal punto que fueron capaces aquellos periodistas en el afán de conseguir primicias de contactar a la madre de Elizabeth, ajena aún al asesinato de su hija, mentirle y llevarla a Los Ángeles  con la falsa ilusión de que su hija había resultado ganadora de un certamen de belleza, la interrogaron insistentemente sobre su relación familiar solo para luego captar su reacción al revelarle la desquiciante verdad y pedirle que identificara el cuerpo de su maltratada y ultrajada Elizabeth.

 Llamadas del presunto asesino llegaron el 23 de enero de 1947 al periódico "Los Ángeles Examiner", indignado, reclamando un trato más respetuoso sobre su crimen, incluso envió al día siguiente algunas pertenencias de la difunta que los investigadores examinaron exhaustivamente pero sin lograr concretar nada.

 Varios fueron los sospechosos pero ninguno fue acusado formalmente y las evidencias en su contra eran inexistentes, dejando el caso de la "Dalia Negra" en la oscuridad hasta que en 1999 Steve Hodel, un investigador privado, encuentra en un álbum de fotos de su padre unas instantáneas que lo muestran junto a una mujer sospechosamente parecida a Elizabeth Short, cabe notar que George Hodel había sido considerado previamente sospechoso del asesinato de su exsecretaria, y estaba en el momento siendo acusado de violación por su propia hija, cargos de los que mas tarde fue absuelto.

 El insistente Hodel continuó relacionando pistas en su incesante búsqueda por la verdad y así fue

George Hodel murió a los 91 años en San Francisco
encontrando perturbadores lazos que unían a su padre George con el horrible asesinato, testigos que confirmaban que se conocían, incluso especulaban de que George y Elizabeth eran amantes, además que los estudios de su padre y su profesión de médico le concedían la capacidad necesaria para efectuar aquellos cortes tan precisos que presentaba el cadáver y su consultorio se encontraba a solo dos cuadras de donde fue vista con vida la joven por última vez.

 Steve llevó comparte sus sospechas sumadas a coincidencias del modelo del coche de su padre con el visto en las escena, la ausencia de su madre y hermanos exactamente en las fechas que se cometió el crimen y las fotos y testimonios antes hallados, pero su intento fue frustrado por un detective que le aseguró que la mayor parte de la documentación del caso se había perdido en los años 50.

 Años más tarde Hodel se percata de que todas sus conjeturas eran ciertas y que su padre estaba siendo investigado en incognito por la policía al salir a la luz varios audios, provenientes de micrófonos plantados por toda la casa por las autoridades, en los que George hablaba extensivamente sobre abortos clandestinos que se había dedicado a practicar a lo largo de toda su carrera, admitía conocer que estaba siendo investigado como sospechoso por el crimen de la "Dalia Negra" y seguidamente afirmaba que nunca podrían atraparlo.

 Nunca se increpó al doctor a pesar de toda la evidencia en su contra, posiblemente y de acuerdo a la opinión de Steve porque ello hubiese significado destapar incontables malas praxis realizadas por los médicos para cometer abortos ilegales encubiertos por las autoridades. 

 George Hodel estuvo en los cierto, si fue el responsable del atroz crimen, nunca lo atraparon y la hermosa y desdichada Elizabeth alcanzó la fama póstuma mirando en uno de los más horribles rostros de la muerte y el nombre de su asesino continua impune en las sombras.