Para saber decir "Yo te quiero" primero hay que saber decir "Yo"
"La pregunta no es quién me lo va a permitir, si no quien va a detenerme"
Y de hecho, nadie la detuvo, y la joven Alisa Zinóvievna Rosenbaum, nacida el 2 de febrero de 1905 en San Petesburgo y fallecida el 6 de marzo de 1982 en Nueva York, pasó a la historia conocida como Ayn Rand y convertida en una exitosa escritora y controversial filósofa cuyas reflexiones y teorías calaron profundamente en diferentes sectores de la sociedad americana de su época y causan revuelo aún en nuestros días.
Rand fue autora de las novelas "El manantial" y " La Rebelión de Atlas" y desarrolló un curioso sistema filosófico conocido como "objetivismo", en el que defendía fervientemente lo que ella denominaba "egoísmo racional", el individualismo y el capitalismo laissez faire, como el único sistema económico que permite al ser humano vivir como tal.
El "egoísmo racional" de Ayn Rand manifiesta que la búsqueda del interés propio es siempre racional, es la base del "objetivismo" y alaba como ejemplo de conducta que cada individuo tenga como fin absoluto la satisfacción de sus proyectos racionales, siempre sin transgredir los derechos ajenos y sin permitir que se violenten los propios. En sus propias palabras Ayn Rand explica:
" El hombre, - cada hombre-, es un fin en sí mismo, no el medio para los fines de otros. Debe existir por sí mismo y para sí mismo, sin sacrificarse por los demás ni sacrificando a otros. La búsqueda de su propio interés racional y su felicidad es el más alto propósito moral de su vida".
Su postura y tendencia filosófica atesora tantos seguidores como detractores pues en consecuencia a sus creencias rechazaba cualquier forma de altruismo y condenaba a la religión, convirtiéndose su figura en una suerte de dictadora, rechazando cada idea que no concordara con su objetivismo y clasificando a mendigos y desfavorecidos que recurrían a la caridad social o a la ayuda estatal como individuos aprovechados. Por lo que su filosofía ha sido un himno de muchos de los grandes empresarios capitalistas en su lucha por el éxito.
Ayn Rand influyó determinantemente en el pensamiento económico del siglo XX y sus teorías sobre el egoísmo racional formaron parte de las bases sobre las que Antón Szandor LaVey construyó, la Iglesia de Satán que mencionada en un post unos días atrás.
Rand estaba a favor del aborto, condenaba absolutamente el reclutamiento forzoso de soldados, el socialismo y el comunismo, defendía la completa libertad de los adultos a producir y consumir drogas, a pesar de considerarlas un atentado para la mente, y definía el ateísmo como única postura racional ante el concepto de Dios, que identificaba como una suma de contradicciones metafísicas y un atentado contra el funcionamiento mental de todo aquel que aceptara aquel concepto religioso
En general su obra filosófica es controversial, pues aunque defiende libertades humanas a veces racionales, rechaza las posturas que se alejan de sus creencias, anulando entonces a la vez el concepto de libertad de pensamiento que tanto defendía y también gestó la peligrosa idea de que la colaboración y la solidaridad son defectos del alma. Apóstol del hombre echo a sí mismo que no necesita de nada ni de nadie y aunque la autosuficiencia es necesaria y muy saludable en extremo roza el absurdo pues el altruismo y la solidaridad son valores que dan forma al alma humana.