Ya han pasado algunos años desde la aprobación del matrimonio gay, y  aunque algunas naciones aún no se unen al resto de países que reconocen el derecho de los homosexuales a casarse y la validez de su unión. Son mayoría las que se han abierto a una legislación igualitaria, reconociendo que el amor sin importar el sexo es amor. 

La iglesia, desde tiempos inmemoriales tachó estas prácticas de herejías o pecados, pero en sus costumbres más bizarras contenía una muy peculiar, que se asemeja increíblemente a un matrimonio en toda regla. 

 Se llamaba Adelfopoiesis, que en griego significa "hacer hermanos" y durante el Medioevo se realizaba como ceremonia para unir a dos personas de un mismos sexo en la convivencia y el estudio del trabajo de Jesucristo. De acuerdo a los teólogos esta suerte de casamiento no tenía relación alguna con el amor erótico. Se trataba meramente de una conexión espiritual para comprender el trabajo de "El Mesías". 

 Sin embargo las similitudes con un casamiento típico eran bastantes. Durante la ceremonia se recitaban cánticos y textos. Se unía a la pareja con un cinturón e incluso se realizaba un intercambio de besos entre ellos. La boda les permitía compartir el hogar, les otorgaba el derecho a heredar en caso de muerte de alguno de los dos y les permitía ser enterrados en una misma tumba. 

La iglesia defiende a capa y espada que esta práctica no contenía ningún elemento sexual, pero se cree que era una forma de encubrir las relaciones homosexuales, en especial en el caso masculino. Un perfecto exponente es la historia de los soldados Sergio y Baco. 


La historia: 

 El texto griego denominado " La pasión de Sergio y Baco" es la principal documentación que se posee

sobre la pareja. Fue escrito alrededor del año 425, un poco más de 100 años luego de la muerte de ambos y ha sido analizado por varios historiadores para conocer más sobre dichas figuras. 

 Según la biografía destacaron como soldaos romanos. Profesaban su fe a escondidas en una época donde el cristianismo era perseguido. En una ocasión, cuando acompañaban al emperador Galerio Maximiano en un viaje al Medio Oriente, les fue requerido que participaran en una ofrenda al rey Júpiter. La pareja rechazó, exponiendo así su fe al cristianismo. Ambos fueron obligados a vestirse con ropa femenina, como forma de burla y tortura, comenzando así su martirio. Eventualmente Baco no pudo soportarlo y murió. Días más tarde Sergio fue decapitado. 

En le texto se les describe como "unidos por el amor del uno al otro", expresión empleada para describir también, a los matrimonios heterosexuales. Sergio y Baco estaba unidos, además, por un ritual de adelfopoiesis. 

Hoy en día son invocados por la Comunidad LGBT en sus luchas, como ejemplo de fortaleza y valentía para  aquellos que se atreven a seguir su corazón y su conciencia.