Nació en Serbia en 1875, sus adinerados padres se encargaron de otorgarle la mejor educación, por lo que pudo estudiar e incluso asistir a conferencias de física reservadas únicamente para el sexo masculino, descrita por sus compañeros de clase como una mujer excepcional, extremadamente inteligente y perseverante. En 1896 fue admitida en la sección de física y matemáticas del Instituto Politécnico de Zúrich, en el mismo curso al que ingresaba el joven Albert Einstein. 

 Desde el momento en que se conocieron Albert y Mileva Maric se volvieron inseparables, pasaban

interminables horas estudiando juntos, el carácter metódico y organizado de la joven ayudaron a Einstein a canalizar su energía y guiar sus estudios, según lo que narran las propias cartas que intercambiaron en la época, de las que aún se conservan 43, en las que Albert escribía: 

 .."Cuando leí a Helmholtz por primera vez me pareció tan extraño que no estuvieras a mi lado y hoy, esto no está mejor. Encuentro que el trabajo que hacemos juntos es muy bueno, curativo y también más fácil".  

 .."el clima aquí no me conviene en absoluto y cuando falto al trabajo me lleno de pensamientos oscuros. En otras palabras, echo de menos tenerte cerca para que me mantengas gentilmente en control y evites que divague".

 Al finalizar sus clases en 1900 Mileva y Albert tenían calificaciones similares: 4,7 y 4,6 respectivamente excepto en física aplicada donde ella obtuvo la máxima calificación, 5 y él solo 1, además ella sobresalió en el trabajo experimental mientras que él no lo hizo. En exámenes orales el profesor encargado otorgó 11puntos de un total de 12 a sus cuatro estudiantes varones, mientras que Mileva fue calificada con un 5, por lo que únicamente Albert obtuvo su título.

 El 13 de diciembre de 1900 presentaron un primer artículo sobre la capilaridad y aunque fue un trabajo al unísono fue firmado, únicamente por Albert. En la biografía de Mileva, publicada en 2015 por Radmila Milentijevic, la autora sugiere que Mileva pretendía ayudar a Albert a hacerse un nombre para que pudiera hallar trabajo y casarse con ella, además el hecho de que el trabajo estuviese co-firmado por una mujer, le hubiese restado peso y no hubiese sido aceptado, debido a los prejuicios de la época. Sin embargo nunca nadie aclaró más esta cuestión que el propio físico que admitió que ambos colaboraron en la relatividad especial. 

  El destino de Mileva cambió abruptamente al quedar embarazada, en 1901, con Albert aún desempleado y sin efectuarse el matrimonio, Mileva tomó su segundo y último intento al examen oral , esta vez, el mismo profesor, que Albert creía obstaculizaba su carrera a propósito, la reprobó. Forzada a abandonar sus estudios intentó persuadir a Albert de casarse con ella, sin éxito alguno. En enero de 1902 dio a luz a una niña llamada Liserl, cuyo destino se desconoce, se piensa que probablemente fue dada en adopción, pues no existen certificados de nacimiento o defunción de la infante. 

 En octubre de ese mismo año, Albert comienza a trabajar en la oficina de patentes, pide permiso al ya moribundo padre de la chica para efectuar el matrimonio y se casan finalmente el 6 de enero de 1903. Las jornadas laborales de Einstein era de 8 horas y seis días a la semana, Mileva se encargaba de las tareas del hogar y juntos pasaban las madrugadas trabajando en apasionantes estudios. En 1904 nace su hijo Hans-Albert. El siguiente año es conocido como el año milagroso de Einstein pues publicó 5 artículos, obteniendo su primer reconocimiento en 1908, y en 1909 su primer puesto como académico en Zúrich, con Mileva aún a su lado asistiéndole. 

 


En 1910 nace su segundo hijo varón, pero en 1912 la relación entre Albert y Mileva, cambia, pues éste inicia una romance con su prima, Elsa Lowenthal, a quien encontró mientras visitaba a su familia en Berlín  y de regreso a su hogar, con el matrimonio deteriorado impuso unas cruentas normas de convivencia a Mileva:

 A. Tendrás que encargarte de que : 

1. Mi ropa esté siempre en orden

2. Se me sirvan 3 comidas diarias en mi cuarto.

3. Mi dormitorio y mi estudio estén siempre en orden y de que nadie toque mi escritorio 

B. Debes renunciar a todo tiempo de relaciones personales conmigo, con excepción de aquellas requeridas para el mantenimiento de las apariencias sociales.

No debes pedir que:

 1.Me siente contigo en casa.

2. Salga contigo o te lleve de viaje. 

 C. Debes comprometerte explícitamente a observar los siguientes puntos:

 1. No debes esperar afecto de mi parte y no me reprocharás por ello.

 2. Debes responder inmediatamente cuando te dirija la palabra. 

3. Debes abandonar mi dormitorio y mi estudio en el acto.

4. Prometerás no denigrarme cuando así te lo demande yo ante mis hijos, ya sea de palabra o de obra

 Seguidamente Albert ocupó varios puestos docentes en Praga, Zúrich y Berlín, tratando de estar más cerca de Elsa, lo que llevó al colapso final del matrimonio. Mileva regresó con sus dos hijos a Zúrich el 29 de julio de 1914. Recibió el divorcio en 1919, aceptándolo con una clara clausula que establecía que de recibir Albert el premio Nobel, ella obtendría el dinero. Cuando Einsteien recibió el galardón, Mileva utilizó la compensación económica para comprar dos edificios pequeños de apartamentos, los que se convirtieron en su sustento. El segundo hijo de la pareja estaba constantemente entrando y saliendo de sanatorios, hasta que se le diagnosticó con esquizofrenia y fue internado completamente. Mileva luchó con los gastos médicos de su hijo, intentando mantenerse a flote, pero finalmente perdió los dos edificios, sobrevivió dando clases  privadas y con la irregular pensión alimenticia que enviaba Albert.

 En 1925 Einstein redactó su testamento, declarando que el premio Nobel era la herencia de sus hijos, a lo Mileva objetó enérgicamente diciendo que le pertenecían esos beneficios y consideró revelar sus contribuciones al trabajo de su ex-marido a lo que el genio contestó el 24 de octubre de 1925 enviándole las siguientes líneas: 

 " Me hiciste reír cuando empezaste a amenazarme con tus recuerdos. ¿ Alguna vez has considerado, aunque sea por un segundo, que nunca nadie prestaría atención a lo que dices si el hombre del que hablas no hubiera logrado algo importante. Cuando alguien es completamente insignificante, no hay nada más que decirle a esa persona, sino permanecer modesto y silencioso. Esto es lo que te aconsejo que hagas".

 Sintiéndose, efectivamente, "insignificante", y sin apetito de gloria o reconocimiento Mileva Maric      calló y murió un 7 de agosto de 1948, sin referirse nunca a sus contribuciones al trabajo de Einstein. Su nombre es poco conocido aún hoy, pero al leer sobre su vida y sus colaboraciones, tan estrechas, que sería imposible separar las contribuciones individuales de cada uno, muchas dudas surgen, replanteando una vez más el papel de una mujer oculta tras un hombre,  en una gigantesca contribución a la ciencia y la historia de la humanidad.