El primer templo sagrado de los judíos fue construido en el siglo X a.C se  llamó templo de Salomón y permaneció en pie por 500 años hasta que fue destruido por los babilonios en 587 a.C. Más tarde fue reconstruido en el 536 a.C, dando nacimiento  al segundo templo, que también perduró por 500 años hasta que fue salvajemente destruido por los romanos en el año 70.

La historia narra que luego de que las legiones del emperador Vespasiano desataran su furia contra el templo, solo una parte del muro exterior quedó en pie y entonces el general Tito ordenó que se dejara intacta para que los judíos conservarán el amargo recuerdo de haber sido vencidos por Roma.

 Sin embargo los judíos lo atribuyeron a una promesa que les hiciese Dios,donde les juraba que siempre quedaría en pie al menos una parte de aquel sagrado lugar como sinónimo de su alianza perpetua con el pueblo judío.


 Durante los últimos 2000 años los judíos han orado frente a este muro, para ellos es el lugar accesible más sagrado de la tierra. El muro no recibe solo los lamentos apesadumbrados del pueblo por la destrucción de su ciudad y la dispersión del pueblo hebreo, allí se lee  también el libro de los Salmos, se realizan ceremonias de Bar Mitzva, se escuchan alabanzas y entre sus rendijas se almacenan trozos de plegarias escritas en papel que los devotos han albergado en sus entrañas por varios siglos clamando por el retorno de los exiliados la reconstrucción del templo y la venida del mesías judío.