Las cartas del observador
Hace apenas unos años un matrimonio, con sus tres hijos se mudaron a la casa de sus sueños en una precioso vecindario de Westfield, Nueva Jersey. La casa contaba con seis habitaciones, tres baños, amplios terrenos y un macabro misterio( pero ellos no lo sabían).
No es otra historia de terror ficticia, ni de fantasmas que pudieron ser humanos intentando lucrar con la atención mediática. En junio del 2014 la familia Broaddus comenzó a recibir cartas de una persona que se llamaba a sí mismo "el observador". Las misivas eran perturbadoras, la prosa del "observador" era enmarañada y extraña. En sus misivas les agradecía por "traer sangre joven a la casa".
AL principio pensaron que era un demente confundido y que se trataría de un evento aislado, pero comenzaron a llegar más y más cartas. En ellas contaba que desde 1920, su abuelo, observaba la casa. luego su padre lo sustituyó y ahora era su turno. Los retaba a encontrar "algo oculto" que había en las paredes. La familia estaba aterrada, y la situación no hacía más que empeorar. Pronto "el observador" afirmaba conocer el nombre de cada uno de sus hijos y las habitaciones en que dormían.
Desesperados, acudieron a la Policía. Los agentes empezaron a prestar especial atención a quienes merodeaban cerca de la casa, pero nunca dieron con "el observador". Descubrieron que las cartas llegaban desde Newark, a 12 millas del lugar y encontraron ADN femenino en ellas. Pero dicha mujer nunca fue identificada.
Un vecino declaró a las autoridades que la anterior familia también recibía cartas y por eso pusieron en venta la casa. Los Broaddus interpusieron una demanda contra ellos, ya que conocían la existencia del desquiciado que vigilaba la vivienda y nunca les advirtieron, vendiéndoles las casa en 1.49 millones de dólares. Finalmente la abandonaron y pusieron en venta, pero la atención mediática que atrajo el suceso alejó a cualquier posible comprador.
Al parecer la hermosa casa fue construida en 1905. Su primer propietario la vendió a un matrimonio por 1 dólar y estos la legaron a su hijo en 1947, por el mismo precio. A partir de entonces la casa comenzó a
pasar de mano en mano, hasta llegar a los Broaddus. La casa "embrujada" por el maníaco, al parecer sería imposible de vender, por lo que la familia tomó una decisión brillante. Solicitaron un permiso, demolieron la casa y la remplazaron con dos muevas viviendas.
Nunca se averiguó la identidad del "observador". Algunas personas piensan que se trata de una secta. Una estirpe de "observadores", devotos del diablo, que observaban la casa en la espera de "la llegada de algo", como se enuncia en una de las cartas.
Lo único seguro es que la identidad de este personaje o personajes, permanecerá por siempre en el misterio.