Ahogándonos en ciencia, conocemos todas las certezas lógicas de la vida, pero aún así las oscuridades primigenias, los rincones que pueden yacer inexplorados, ocultos de nuestro entendimiento, nos siguen llamando la atención y a veces la mente se empeña en volar, ignorando todo lo que es racional y coherente, para perderse entre los monstruos del inframundo, aunque al fin y al cabo no exista vida en el más allá, como dicen los científicos y los monstruos de los hombres sean solo historias. Las historias son maravillosas. Y ya que estamos con manicomios lúgubres y lugares de pesadilla, démonos una vuelta por algunos rinconcitos oscuros.

 

 Dybbuk: 


Dentro del rico folclore judío, un Dybbuk es el alma errante de un difunto a la que le ha sido prohibida la entrada al mismísimo infierno, por cometer oscuras transgresiones. El Dybbuk tiene la habilidad de poseer criaturas y vaga, tratando de labrar su camino de vuelta al mundo de los vivos. 
 
 Su nombre se deriva de un vocablo hebreo que significa "adhesión", pues es  su característica principal, adherirse al cuerpo de la persona viva, y habitarlo, más o menos como el concepto de posesión demoníaca. De acuerdo con la creencia un dibbuk es un alma que no pudo cumplir con su misión en vida, expresando así una de las posibles situaciones del alma después de la muerte en el inframundo judío. El dibbuk, en cuyo interior predomina el mal sobre el bien, posee a la persona supuestamente para cumplir dicho objetivo y abandona el cuerpo una vez conseguido su fin.  Este espíritu ha sufrido una separación completa de Dios, debido a las malas acciones efectuadas en vida


 El término es empleado por primera vez en varias escrituras del siglo XVI. En la mitología judía existen varias formas de transmigración del alma y en contraste con el dibbuk se encuentra el Ibbur, cuyo nombre se traduce como impregnación y es una posesión "positiva", de un alma honrada que posee temporalmente un cuerpo, siempre con su consentimiento. 

 Las historias de dibbuk, tanto en eventos históricos como en ficciones tuvieron un auge entre mediados del siglo XVI y el XVII, paralelo a lo que se llamó "Era de lo demoníaco", en el cristianismo europeo. Estas historias y su difusión como cuentos para intimidar a los feligreses, han sido denominadas, junto a las del "Golem" y "El Judío Errante" como "El gótico judío". 

 La posesión: 

Cuentan los judíos que el Dybbuk busca personas en las que existe cierta separación entre el cuerpo y el
espíritu, ya que a través de dicha separación puede escabullirse en su intento por entrar al cuerpo de la persona. Generalmente  prefieren  acechar a quienes padecen problemas emocionales o enfermedades psicológicas, que de acuerdo al judaísmo se encuentran en cierto grado desvinculados de su cuerpo. Pero no sólo son esas las razones que usan estos espíritus para poseer a una persona, de acuerdo a Gershin Winkler, un estudioso del folklore judío: 

 “el dybbuk elije a alguien que está en el estado donde su alma y su cuerpo no están totalmente conectados entre sí a causa de la melancolía severa, la psicosis y ese tipo de cosas. Entre los no que no están integrados, busca a alguien en particular cuya vida actual esté atravesada por situaciones que el espíritu poseedor tuvo que pasar, por lo cual este espíritu percibe compatibilidad con alguien que está luchando con lo mismo que él luchó. Digamos que en mi corazón tengo un deseo de robar todas las tiendas que me convenga robar, pero no sigo este deseo porque no tengo agallas. Bien pues, el espíritu de alguien que haya hecho eso se sentirá atraído por mi deseo de hacerlo y me poseerá porque somos compatibles”


Sin embargo la posesión no debe ser usada como justificación a los comportamientos indebidos o malévolos de algunas personas, según el experto cuando un Dybbuk ejerce su influencia sobre alguien, se presentan claros signos por los que puede ser identificado, como  ser capaces de adivinar que soñaste la noche anterior, lo que pasa a lo lejos o incluso hablar idiomas que nunca antes conocieron.

 Por supuesto que la Cábala habla claramente sobre las formas específicas de exorcizar un Dybbuk. De acuerdo a la tradición, un rabino, acompañado por 10 personas, reunidas de preferencia en una sinagoga, debe tocar la música ceremonial con un cuerno de carnero (el shofar). Las 10 personas escogidas debe ser conscientes de la dureza de la experiencia que están a punto de vivir y ser capaces de soportarla, mientras forman un círculo de protección alrededor del poseído, recitando el Salmo 91 mientras el rabino suena el cuerno para desorientar a la entidad malévola. 

El propio Winkler en su calidad de rabino experto en la Cábala ha realizado varios de estos exorcismos y narra sus experiencias , en las que sopla a través del cuerno, buscando romper el vínculo entre el Dybbuk y el alma afligida, para así hacerla sentir segura y alejarla de la persona, indicándole el camino que debe seguir, pero para que la expulsión sea posible el Dybbuk debe primeramente confesar su nombre, mediante el cual le será ordenado abandonar a la víctima.


En febrero del 2004 se subastó en eBay un objeto descrito como Gabinete para vinos judío atormentado por un Dybbuk, esta extraña página de venta incluía los testimonios de dos vendedores que buscaban deshacerse del objeto  ya que lo creían responsable de una serie de desgracias que azotaron a sus familias desde el momento que lo adquirieron. El gabinete traía consigo una serie de testimonios, deposiciones oficiales y certificados médicos que servían como evidencia de los infortunios sufridos por dichos propietarios durante el tiempo que albergaron el objeto en sus casas.  

Como es lógico, una venta así de jugosa captó la atención de la comunidad amante de lo paranormal, finalmente derivó en su actual dueño Jason Haxton, quien figura como su administrador. Los derechos de esta historia fueron rápidamente adquiridos por Ghost House Pictures, derivando en 2012 en la película "La posesión".

 No hay evidencia alguna en la tradición judía de que un Dybbuk sea capaz de poseer objetos y atormentar a sus dueños, sin embargo desde la popularización de esta historia el concepto de caja de Dybbuk se ha vuelto recurrente (y lucrativo) en la comunidad paranormal. Incluso se pueden encontrar en tiendas o blogs, donde son vendidas abiertamente. Comparten muchos puntos en común, generalmente son cajas de madera, selladas con cera, y dentro guardan mechones de pelo, fotografías u objetos que se consideran fueron pertenecientes al Dybbuk que ahora las habita.
.. Así que ojito.. por si las moscas...😉