¿ Quién no conoce su nombre, o que fue quemada viva?. Si preguntas la causa, la respuesta es unánime y rápida. ! Por herejía!. Pero la realidad es que el motivo definitivo que condenó a la célebre Juana a las llamas de la hoguera fue el menos pensado. Hoy en día es una de las heroínas más recordadas en los libros pero son muchos los mitos que se extienden alrededor de este personaje y su forma de vestir es uno de ellos. 


 Su verdadero nombre era Jeanne d´Arc, nació alrededor de 1412 y murió a los 19 años, luego de participar activamente en la Guerra de los Cien años, el conflicto bélico entre Francia e Inglaterra que se extendió desde 1337 hasta 1453.

 La historia la retrata como una joven inteligente y astuta que se hizo a la guerra a pesar de que no era permitido para las mujeres de su época. Por ello se piensa que Juana se vestía de hombre para sentirse más protegida detrás de la máscara de un soldado masculino o porque de hecho quería serlo pero sus verdaderos motivos eran muy diferentes a los que se creen popularmente.

 Juana usaba una túnica atada con veinte cuerdas a un pantalón y encima de este unas botas de cuero muy resistente, lo que le otorgaba un aspecto masculino. En aquel entonces la vestimenta era considerada muy importante y también estaba prohibido que las mujeres utilizaran prendas de hombre. Pero la heroína se empeñó en hacerlo, no por desafiar a la autoridad ni por comodidad en las batallas. Lo hizo por protección. 

 De acuerdo al "Archivo histórico de Juana de Arco", la valerosa guerrera declaró en su juicio que empleaba dichas prendas y se cubría tanto por miedo a ser violada por otros soldados. Todas las cuerdas atadas entre las piernas y la túnica, eran extremadamente complicadas de quitar y le hubiese tomado mucho tiempo y esfuerzo a cualquier perpetrador intentar despojarla de ellas.

 Después de su triunfo en la guerra Juana fue capturada por una cruzada inglesa, pero no fue llevada al

cuidado de las mojas, como solía ocurrir con las mujeres, sino que fue dejada en manos de los soldados. Intentó escapar pero fue capturada y sometida a juicio por herejía.

 Los cargos en su contra eran más de 70 y uno de ellos era el uso de prendas masculinas. Fue sentenciada a cadena perpetua, a pesar de que explicó que solo usaba las prendas como protección ante posibles violaciones. No fue escuchada. 

Luego del juicio la doncella de Francia volvió a emplear las ropas prohibidas y por ello fue condenada a la hoguera por hereje. Años más tarde la historia narra su vida, sin embargo pequeños e importantes detalles, muchas veces, son dejados fuera, como por ejemplo el cargo absurdo que la condenó irrevocablemente a las llamas: vestirse de hombre, no por declaraciones ni preferencias, sino como medio de evitar la violación mientras luchaba por su patria.