Nueva Orleans, encerrada en siglos de historia, arte callejero, música y vodoo es sin duda una de las ciudades más cautivadoras del mundo. Muchas leyendas se integran en su piel , plagándola de fantasmas y espíritus, pero no todos nacieron de brujas poderosas, algunos son el recordatorio perenne del odio y la crueldad. 

 El Upstairs Lounge era un conocido bar gay en el barrio francés de Nueva Orleans. El 24 de junio de 1973, más de 50 personas se reunían en el concurrido bar. A las 7 y 56 pm un humo espeso y sospechoso comenzó a elevarse desde la escalera que conducía al club. Las llamas ascendieron rápidamente hacia el salón abarrotado, desatando el caos entre los presentes. 

 Algunos  pudieron huir de la muerte ardiente, pero otras 32 almas no fueron tan afortunadas y perecieron tratando desesperadamente de escabullirse a través de los barrotes que protegían las ventanas del lado del edificio que daba a Chartres Street. Sus cuerpos fueron hallados chamuscados y apretujados cerca de las ventanas por donde intentaron escapar. 

 Cabe notar que en los años 70 la reacción de muchos habitantes de Nueva Orleans ante la tragedia fue que " obtuvieron lo que se merecían". Incluso la investigación del incendio nunca llegó a concretarse a cabalidad. Rodger Dale Nunez fue declarado sospechoso de haber iniciado el fuego, más nunca fue condenado por el crimen. El hombre se suicidó en 1974 y hasta el sol de hoy los asesinatos en el Upstairs Lounge representan el incendio más mortífero en la historia de la ciudad y uno de los ataques más violentos y mortales contra la comunidad LGBT en la historia de todo Estados Unidos.


Remanentes del Incendio:

 42 años más tarde, el Jimani Sports Bar ocupa el edificio que una vez fue el Upstairs Lounge, y entre sus paredes no son pocos los que han tenido escalofriantes encuentros con los fantasmas de los que perecieron en el fuego, que al parecer ahora rondan el Jimani Bar. 

 Muchos grupos de investigadores paranormales han intentado hacer contacto con las entidades que allí habitan, y como constancia han registrado numerosos EVP, con las voces de quienes murieron en el trágico evento. Las voces les  han contado  desde sus nombres, hasta que se sienten olvidados y embrujan el sitio para que nadie permanezca indiferente al horrible destino que sufrieron, al odio asqueroso y enfermizo por el que les arrebataron sus vidas. Incluso se han registrado testimonios sobre una figura fantasmagórica que camina frecuentemente por la cocina del Jimani, acechando a los vivos.

 La historia del incendio del Upstairs Lounge evoca disímiles emociones, conocer otro crimen de odio que quedó impune. Saber que estas personas fueron condenadas a la muerte mas horrenda solo por su orientación sexual, realmente hace pensar que la razón se encuentra del lado de estos fantasmas que deambulan por el sitio, aclamando por la igualdad y la justicia que les fue arrancada entre las llamas. Más aún impacta la historia, al saber que muchos de los cuerpos de las víctimas permanecieron sin reclamar porque sus familias estaban demasiado asustados de las represalias que serían tomadas contra ellos si se presentaban a buscar los restos de su hijo gay. Es sencillamente desgarrador.