eBay y sus ventas más extrañas

eBay y sus ventas más extrañas

Posted by Snow1801 on abril 02, 2022 in Comida, eBay, Fantasmas, Internet, Rarezas, Santos, Ventas,

 

Hoy en día el internet y sus utilidades se han vuelto una parte inseparable de nuestra vida, tanto es su provecho que podemos ordenar la comprar sin salir de casa, o comprar cualquier artículo, desde ropa. libros, maquillaje o piezas de repuesto sin tener que dejar la comodidad de nuestro sofá. 

Pero la extravagancia humana no entiende de portales cibernéticos o mundos informáticos y es capaz de extrapolarse incluso en los sitios de venta más populares online, como en eBay, donde se han subastado por sumas exuberantes objetos increíbles. 

Un sándwich de queso con la forma de la Virgen María: 

 Un 2004 salió a la venta un sándwich de queso mordisqueado, de más de 10 años, que según su

vendedor al mirarlo desde un punto específico asemejaba los rasgos de la Virgen María. Increíble, ¿cierto?, pues un usuario de eBay pagó 28 000 dólares por el santísimo sandwichito. 

 Una vida humana:

No, no hablamos de una persona para sacrificar a los poderes oscuros, sino de un hombre de 48 años, que tras divorciarse subastó su vida en eBay, para empezar de cero, así pues vendió su coche, su casa, incluso a todos sus amigos, recaudando más de 200 000 dólares. 

La ventana desde donde asesinaron a Kennedy: 

La  pobre ventana, que poca culpa tuvo e incluso el marco a su alrededor, donde se situó el asesino de Kennedy para dispararle fueron vendidas en esta misma plataforma por tres millones de dólares. 

La virginidad de una chica:

 Esto ya lo tenemos un poco visto, pero no deja de ser perturbador.  Una joven brasileña de 18 años subastó su virginidad en la conocida plataforma, recibió 780 000 dólares por mantener relaciones sexuales por primerísima vez con un hombre japonés . 

Un chicle masticado por Britney Spears: 

 

Hasta los objetos más insignificantes de los famosos causan furor entre su público, por ejemplo durante un concierto de Spears en Wembley, en el año 2000, un fan recogió del suelo un chicle mascado, supuestamente por ella y así lo vendió  por nada más y nada menos que la suma de 14 000 dólares. 

Un fantasma embotellado: 

 

Un ciudadano americano puso en venta un frasco antiguo y polvoriento, que aseguraba guardaba dentro el alma de un muerto, el afortunado comprador de esta maravilla del más allá pago 50 000 dólares por el pobre fantasma prisionero. 

El nacho papal: 

 Una familia de Massachusetts encontró en su bolsa de Doritos un nacho cuya forma les recordaba a la del gorro papal, lo pusieron en venta y curiosamente encontraron comprador que les pagó 1209 dólares por el nacho con forma de mitra. A que no adivinan quien lo compró...

!El mismo que se llevó a casa el sándwich con la forma de la Virgen! 

 Un patito de hule embrujado: 

Según sus dueños, el patito se llamaba Yella, y tenía la habilidad de volver locos a los niños que se le acercaban, según su historia, lo pequeños cada vez que lo tenían cerca actuaban como si estuviesen poseídos , llegando incluso a ponerse violentos. El patito del demonio se vendió por 107,50 dólares.

La guitarra de aire: 

Los guitarritas de aire, tienen su propio arte, sus competencias especiales y la peculiar característica de que sus guitarras son invisibles ( y también imposibles de escuchar), pues un curioso guitarrista de aire decidió poner su querido instrumento, "autografiado", a la venta y de hecho logró venderla por 15 000 dólares. 

 Más extrañezas podemos encontrar.  Pueblos enteros, incluso se ha intentado vender países, pruebas de embarazos de famosas, el pelo de Britney Spears cuando se rapó y muchos artículos curiosos más, pero si seguimos con la lista estaremos aquí hasta mañana y tengo que ir a ver si encuentro una foto de alguno de los fantasmas de mi familia o la cara de un santo entre unos tostones del almuerzo.😅🤭

 

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De diamantes y esqueletos

De diamantes y esqueletos

Posted by Snow1801 on enero 04, 2022 in Esqueletos, Historia, Iglesia, Joyas, Muerte, Religión, Santos, Vaticano,

 Las catacumbas romanas, laberintos de pasillos y escaleras en los que la roca excavada sirvió de sepulcro a tantos restos humanos, fueron abandonadas como lugar de enterramiento  y olvidadas en gran parte, hasta su redescubrimiento en 1578. 

 El redescubrimiento coincidió con la fase inicial de la Contrarreforma y Concilio de Trento, compuesto para formular una respuesta católica ante la Reforma protestante. Una de las principales preocupaciones del concilio era la reafirmación del poder de las reliquias frente a los ataques de sus detractores, y los restos hallados en las catacumbas se convirtieron en la solución a este problema. 

 

Los líderes de la Iglesia Católica quisieron ver en los restos hallados, que datan de los siglos II al C d.C., a cualquier santo o mártir de los primeros cristianos y por tanto fueron calificados como sagrados y bautizados como reliquias, que se convirtieron en la tan ansiada herramienta que reafirmaría su poder.  En realidad aquellos huesos podían haber pertenecido a cualquiera, cristianos o paganos, ya que eran casi imposibles de identificar. 

Los secretarios del Papa fueron encargados con la tarea de identificar y autentificar aquellas posibles reliquias, sin embargo los requisitos para la autentificación eran poco estrictos. Bastaba una marca en la

palma de la mano o un rastro de sangre seca para que se considerase a un cadáver como mártir cristiano. Muy engorrosa y desacertada fue también la identificación individual de los personajes santos, que recayó en los "clérigos psíquicos". El problema de este método es que muy a menudo daba resultados inverosímiles como Constatino el Grande que murió cerca del Golfo de Izmir, en Turquía y fue enterrado en Constantinopla, lo cual hace imposible que fuese encontrado en la catacumba romana. También muchos de estos restos eran identificados como los huesos de alguien que se suponía ya estaba en posesión de la Iglesia, como San francisco, quien parecía estar al mismo tiempo en la Iglesia de San Nicolás en Suiza y en las catacumbas romanas, o San Deodatus quien descansaba en una Iglesia alemana, al mismo tiempo que en Roma. 

 El redescubrimiento de 1578 desató una ola de fervor religioso incontenible, los restos atribuidos a mártires y santos fueron decorados con incrustaciones de oro y joyas y luego expuestos en los lujosos santuarios de Europa para que todos fuesen testigos de la gloria que le esperaba a los seguidores de la Iglesia al morir. Pero a principios del siglo XIX todo cambió. La autenticidad de las reliquias fue cuestionada y se convirtieron en una vergüenza para la Iglesia, por lo que cayeron de su lugar privilegiado de la historia y acabaron retiradas de la vista o destruidas. 

 Las gemas fueron brutalmente arrancadas de los cuerpos y los huesos desechados o enterrados en tumbas anónimas. Algunos sobrevivieron, ocultos en unidades de almacenaje, colecciones privadas o museos, incluso escondidos en cajas dentro de pequeñas parroquias, sin que ni siquiera la Iglesia tuviese conocimiento del paradero de alguno de estos "Santos de las catacumbas". 

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