Los ecos de Ichabod Crane
Están los monstruos reales, aquellos que se esconden a simple vista como Mr. Gein; los conocidos, que habitan copiosamente en cualquier historia de terror, fantasmas, sombras o vampiros menores y luego están los emblemáticos como Cthulhu, Drácula o el jinete sin cabeza de Sleepy Hollow, una historia tan compenetrada con la realidad luego de tantos años de matrimonio que pertenece a una clase diferente de monstruos, aquellos que habitan dualmente en las páginas de sus libros y en la realidad de millones de personas.
Creada por Washington Irving, en 1820, " The Legend of Sleeppy Hollow", se ha transformado, cobrando vida con cada Halloween y pasando de generación en generación como una leyenda popular, transmitida a voces en frías y terroríficas noches, en las que los jóvenes, como el propio Ichabod acostumbraba, se sientan alrededor de los más longevos a escuchar la historia de todo lo malvado y sombrío que habita las noches de sus pueblos.
La historia de Irving, nace de los verídicos relatos de las cruentas batallas que sucedieron durante la Guerra de Independencia de 1776. Específicamente en la batalla de White Plains, los comandantes británicos enviaron terribles mercenarios alemanes, precedidos por una monstruosa reputación, al frente de batalla. Los jinetes de Hesse, como eran conocidos, sufrieron a manos del fuego de los cañones americanos y a uno de ellos una de estas balas le arrancó de cuajo la cabeza y su cuerpo fue puesto a descansar eternamente en el cementerio de "Sleeppy Hollow". Sin embargo el descanso eterno no concordaba con aquel soldado, quien se dice se alza desde entonces en las noches más ocurras, en busca de su cabeza. En uno de los pocos ejemplos donde la mitología estadounidense fusiona lo sobrenatural con la historia real de la fundación de EE.UU.
Sobre esta leyenda se construye la magistral obra de Irving que narra la historia de un hombre alto, excesivamente delgado y de nariz puntiaguda, que recuerda a un espantapájaros. Crane es maestro de escuela, por lo que goza de un estatus privilegiado entre las mujeres de la villa de "Sleeppy Hollow", ellas lo alimentan y cuidan, pues su condición de educador no le deja mucho con que valerse económicamente.
El maestro encarnaba la antítesis de todos los campesinos del lugar, era un hombre de cultura y especialmente propenso a dejar volar su imaginación en busca de monstruos y muertos andantes. Su fijación por una bella joven local ( y por la sustancial herencia de ésta), lo hizo enzarzarse en un febril cortejo. Pero no estaba solo en la competencia por el amor de la hermosa muchacha, el más fornido de los campesinos del lugar un joven ágil y corpulento, apodado "Brom Bones", también ansiaba el amor de la chica. En sociedad, el maestro, casi sin esfuerzo alguno opacaba al fornido campesino, sin embargo, al hacer su propuesta a la joven, ésta que antes parecía divertida con su cortejo lo rechaza, dando a entender que solo lo permitió para avivar el deseo del otro joven muchacho hacia ella.
Aquella noche de la última cosecha, con el rechazo en la piel, Ichabod, cabalgó a casa a través de los espeluznantes bosques de "Sleeppy Hollow", y mientras atraviesa las sombras su imaginación le susurra las historias de los fantasmas que embrujan aquellos lares, algo no inusual en sus recorridos nocturnos, en los que varias veces algún arbusto cubierto de nieve le habría hecho temblar de miedo, al confundir su forma en las sombras con la silueta del temido jinete. Sin embargo, aquella noche era diferente. Aquella noche el jinete si apareció.
Con los cascos de los caballos marcando el ritmo frenético, Ichabod se precipitó en una carrera desquiciada, tratando de alcanzar el puente adyacente al cementerio, donde se decía que el jinete " se desvanecería en un destello de llamas y azufre", pero para su horror el espíritu decapitado alcanzó el puente sin convertirse en una bola de fuego azuloso, en cambió encabritó su caballo y arrojó su cabeza al rostro aterrorizado de Ichabod Crane, de quien a día siguiente no hubo más rastro que su sombrero, su caballo abandonado y una misteriosa calabaza destrozada.
Aunque en el relato de Irving la identidad del Jinete queda a interpretación del lector, en sus líneas se insinúan que Brom hablaba " demasiado", cada vez que se menciona de la historia de Ichabod Crane, y dejan entrever que el diabólico jinete no era más que el ágil campesino disfrazado.
Su descripción en "La leyenda de Sleeppy Hollow", de la fiesta de Halloween, con sus fríos y oscuros bosques otoñales y las calabazas talladas en forma de grotescas cabezas impactaron profundamente la visión moderna de esta festividad y su obra en totalidad influyó profundamente en varias generaciones de escritores como Walter Scott, Mary Shelley y Charles Dickens. Irving no fue simplemente un escritor estadounidense de éxito mundial, él fue el primero de todos ellos y por esto es considerado el " patriarca de las letras estadounidenses".